viernes, 26 de agosto de 2011

Persecución entre los delegados de prevención

Ocurre lo de siempre. Cuando no se tiene la ley de su parte, se recurre a la coacción y encerronas. Un delegado de CGT lleva conociendo este modo de proceder de Julio Alberto (jefe de Relaciones Laborales del Grupo GSS) y sus rosales de espino. Sólo por el hecho de repartir la publicación de “El Grito” en los puestos de trabajo recibió una sanción leve, como otros compañeros suyos que ese día ejercitaban su derecho a informar a los trabajadores. Al cabo de unas semanas, volvió a ser sancionado, esta vez con dos días de empleo y suelo, por el mismo motivo. En esta ocasión, el chivatazo lo dio el supervisor de la campaña de GSS Line en la sede del Banco Popular “Pedro el Grande”, conocido personaje de nuestros lectores, que todo lo ve pequeño ante la magnificencia de sus atributos. No tuvo contemplación el señor. A pesar de que la publicación la repartiera en mesas donde no había en ese momento ningún trabajador. ¿Cuántos fantasmas hay en esa plataforma? Pensábamos que sólo uno, y este es bien visible.
La tercera ocasión fue más incomprensible: fotografiar la escalera de incendio asomado a la puerta a la que se accede a ella. Por lo visto, según la empresa, se extralimitó en sus funciones porque la instalación funciona de maravillas y su mal aspecto sólo obedecía a simples desconchados. Otros dos días de empleo y sueldo. Hace unos días estuvo a punto de recibir otra cuarta sanción. La excusa fueron unas fotografías que sacó de unas treinta cajas que interrumpían el paso en la cuarta planta, aludiendo la ley de protección de datos y el derecho a la propiedad intelectual. Las amenazas provinieron directamente de la jefa de Personal, la salsera Ana Calvet. Sin embargo, no pudieron ejecutar la cuarta sanción, dado que dos requerimientos de la Inspección de Trabajo avalaban la defensa de nuestro delegado, en los se instaban a realizar reportajes fotográficos sobre las situaciones irregulares que se detecten en las instalaciones de GSS.
Los inspectores de trabajo conocen a GSS de sobra. Saben de sus permanentes incumplimientos en materia de prevención y ya no les engañan ni las triquiñuelas de la señora Calvet ni la verbigracia de la abogada de la empresa. Recientemente se les ha sancionado por no disponer del libro de visitas en la plataforma de la campaña Yell. Además los delegados de prevención han preparado y presentado recientemente en Inspección hasta once denuncias. Van a tener un septiembre de lo más movidito.

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