miércoles, 6 de octubre de 2010

Vulneración del derecho de Huelga

Este 29 de Septiembre nos ha permitido también observar que en algunas empresas han intentado vulnerar el derecho de huelga, y cómo no, GSS debía encontrarse entre ellas.  Por ejemplo, en la campaña de Aegon, días previos a la jornada, los coordinadores estuvieron preguntado a los compañeros, primero, verbalmente, luego ya por escrito, a través de Intranet, quién iba a hacer huelga y quién no.  El propósito no era otro que el de recuperar el “tiempo perdido” realizando horas extraordinarias. La dirección de nuestra empresa sabe perfectamente que existe un acuerdo firmado en el Juzgado de lo Social en el que se comprometió a no volver a realizar este tipo de cuestionarios, dado que vulneraba la libertad del derecho a la huelga. Caso omiso.
Otras de las lindezas que se le ocurrió a  GSS fue la de tratar de impedir  que repartiéramos comunicados en la segunda planta de Alfonso Gómez 41. Inaudito. ¿Piensan acaso que no vamos a informar a los empleados de la empresa en estos puestos de trabajo? Faltaría más. Y no sólo allí, sino en cualquier plataforma que tenga GSS en Madrid, aunque el edificio pertenezca al cliente. ¿No nos conocen todavía? Ningún delegado de CGT renunciará a su derecho sindical.
Con respecto a los comunicados de CTI (sindicato amarillo pro-empresa) distribuidos un día antes de la Huelga, poca cosa hay que decir, sino que ellos solitos se retratan. Es una organización taimada y falsa, que siempre tiene buenas palabras para abogar por los actos que comente GSS contra los trabajadores, y no duda en votar en contra cuando en el comité de empresa se proponen paros en defensa de los compañeros (recordemos el reciente caso de banca Telefónica Uno-e).
Entre los trabajadores hemos escuchado algunas opiniones explicando el porqué no secundaban la huelga. Una de las más extendidas fue la de que ellos no se sumaban al paro por no hacerles un favor a los sindicatos. A estos compañeros debemos indicarles, desde la máxima unidad, que con su actitud el favor se lo hacen a la dirección de GSS, primero, y a la patronal y al gobierno que ha impulsado esta reforma. En los hechos, aunque sabemos que no es esa su voluntad, les están dando un mensaje claro: que aceptan y asumen cualquier barbaridad laboral contra sus intereses, como que les despidan gratis con una previsión de pérdidas de la empresa, o que les obliguen a trabajar hasta los 67 años (si el cuerpo aguanta, claro).

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