sábado, 14 de enero de 2012

Las pintadas tóxicas del director


Solamente a Marco López, director de Márketing y uno de los vástagos del Presidente del Grupo GSS, podía habérsele ocurrido la satinada idea de pintar un grafiti en el interior de las plataformas en el mismo momento que los trabajadores atendían llamadas. Ocurrió el pasado 23 de Noviembre en las instalaciones de Miguel Yuste, otro de los centros de trabajo de GSS en Madrid y los resultados fueron los previsibles. Mareos continuos de los compañeros, acompañados de vómitos y síntomas de asfixia. El producto empleado, un potente aerosol, lo utilizan los diseñadores gráficos en lugares abiertos y bien ventilados, y jamás en interiores y con personal dentro de su jornada laboral. Independientemente de la imprudencia del Director grafitero, motivada tal vez por el fiestón al que acudió el día anterior para honrar a su papá en los premios CRC (Codiciosos Rácanos of Center), donde obtuvo el galardón a la Mejor Gestión de Personas, lo más calamitoso fue la actitud del Departamento de Prevención ante los hechos ocurridos. Su técnico de prevención, David “Pax”, con todos sus latines a cuestas, trató de ocultar la intoxicación que había producido entre los trabajadores la pintada a la que aludimos, y no dudó de llamar mentiroso a todo aquel que dijera otra cosa. Los trabajadores afectados, indignados con esta actitud, en un par de días firmaron y publicaron un escrito de repulsa donde daban testimonio de lo ocurrido. Pax, de momento, no ha vuelto abrir la boca.

Embelesos de comediante

Otro de los hijos de don Vicente, César López, éste Director General (en ciertas familias hay directores a patadas), se encendió de furia cuando desde el Comité de Empresa se le exigió que eliminase los Premios Alex González, dado que se otorgaban de modo adulterado a Jefes de Servicio por razones comerciales y no por encarnar ningún valor de los que se supone defiende este galardón en memoria a un compañero fallecido. No en vano, el último laureado fue Marcos Casillas, que obtuvo los tres mil euros, del que está dotado el premio, con perseverancia y ardor, a incitar con lisonjas, a través de sus coordinadores, a todos los trabajadores que formaban parte de su campaña, para que le votasen. Los mismos, a los que a puerta cerrada, en el Comité de Salud Laboral, tacha de sucios cuando se habla del mal estado de limpieza de las plataformas por la reducción de personal de mantenimiento.
Don César, grave y altisonante, tartufo ejecudivo, mandó un correo a todas las secciones sindicales con representación en los Comités de Empresa erigiéndose devoto de los valores de integridad, que según él, encarnan estos premios. A tamaña opereta, la Directora de Recursos Humanos Corporativa de GSS, Rosario Laso, también salió a la palestra, prohibiendo a los delegados que hicieran comentario alguno de los dadivosos premios. Naturalmente, nadie le hizo caso. La respuesta, por parte de CGT, fue contundente. Después de recordarle al Director General la desconsideración que mantenía GSS con sus empleados, al mantenerles congelados sus sueldos desde hacía casi dos años, mientras los beneficios anuales de la empresa se multiplicaban, le invitamos a que nos refiriese con hechos dónde estaban los valores por los que sentía tanta devoción.
Díganos, por favor, cuál de esos valores… honraría usted esta política salarial de GSS: ¿el de la generosidad? Y por ende, suponemos que lo que usted demanda a los empleados, a cambio, debe ser algo similar al desprendimiento, el sacrificio y, si cabe, la filantropía. Cuando los trabajadores son grabados ilegalmente en su sala de descanso con cámaras de videovigilancia, qué valor encomiable asignaría a este tipo de actuaciones: ¿el de la  confianza? ¿el de la salvaguarda de sus bienes? Cuando son despedidos con acusaciones falsas, asumiendo éstas la empresa bajo el cómodo epígrafe de improcedente, cuál es el valor que se quiere mostrar ¿el de la magnificencia?” Por último, le dimos un buen consejo, aunque sospechamos que se lo habrá colocado por la puerta de atrás: “Más le valdría a usted defender las virtudes que dice que encarnan los premios Alex González en el día a día en la empresa, dando ejemplo a sus trabajadores de transparencia y nobleza, enmarcando la política de GSS en los límites justos de proporcionalidad con sus empleados”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los premio Alex Gonzalez no son justos.

Anónimo dijo...

dejaros de tonterias y poneros a trabajar, que hay que levantar el pais.

Anónimo dijo...

Si, sobre todo que nos paguen los atrasos y ya verás como levanto españa y portugal. Atrasos de hace ...2...años, tocate los pies.